La planificación y la disciplina son claves a la hora de escribir y, si así lo quieres, autopublicar
Te gusta escribir. Siempre lo has hecho y ahora, después de cientos de relatos acumulados y de varios meses dándole vueltas, te has decidido: quieres escribir un libro y, por qué no, verlo publicado. Pero, tomada la decisión, empiezan las preguntas. ¿Por dónde empezar? ¿De qué escribir? ¿Cómo hacer para que no se extienda en el tiempo?
Desde El Libro Editorial te facilitamos algunos consejos para que puedas escribir tu primer libro y, si así lo deseas, te lances a la autoedición. Pequeñas pinceladas que te servirán para organizar tu tiempo y sacarle el máximo partido.
- Escribe el libro que, como lector, te gustaría Parece absurdo, pero no lo es tanto. Muchos escritores, a la hora de plantear el tema sobre el que girará su libro, piensan en su posible lector o en si su obra tendrá cabida en el mercado editorial, si será comprada. No decimos que no se tengan en cuenta estos factores, pero sí que no se obsesionen con ello. Hay tantos libros en el mundo como lectores dispuestos a consumirlos. Así que, ya que vas a dedicar meses de tu vida a la tarea de escribir, que sea sobre algo que a ti como lector te gustaría leer. Se trata de disfrutar y de hacer disfrutar.
- No dejes de leer. Nunca. Cuando nos embarcamos en la tarea de escribir un libro, nos obsesionamos con él y dejamos a un lado aquello que nos ayuda a desconectar y a inspirarnos. No paramos de pensar en la historia, en los personajes, en los diálogos, en los giros y, a veces, perdemos la perspectiva y la imaginación. Es importante seguir nutriéndonos y, como explica Stephen King, hacerlo de autores buenos y no tan buenos. De los primeros aprenderemos estilo. De los segundos, errores a evitar.
- Ponte una fecha límite. No se trata de convertir la escritura en una carrera de velocidad, pero sí en una maratón donde se trabaje de forma constante y a buen ritmo para llegar a la meta. Disponer de una fecha límite nos ayudará a planificarnos y a ser más productivos. También, a ser conscientes de nuestra realidad y a marcarnos plazos reales. Si trabajamos, si tenemos hijos o si debemos hacernos cargo de algún familiar no podemos –ni debemos- exigirnos la misma dedicación que una persona que no está empleada y no tiene cargas familiares. La disponibilidad horaria no es la misma.
- Planifica tus horarios y cúmplelos. Escribir un libro, como cualquier actividad que se haga por placer y no por obligación, requiere de cierta disciplina y planificación. Nos será de gran utilidad reservar una o dos horas al día para realizarla y, sobre todo, no saltárnoslas.
- Reserva un espacio para trabajar. De la misma forma que es importante disponer de tiempo para escribir, lo es tener un espacio apropiado para hacerlo. Las distracciones deben ser las mínimas si lo que quieres es que tu libro se convierta en realidad.
- Trabaja el tema. Investígalo. Como explicamos anteriormente, para ser buen escritor no basta con saber escribir bien. Es necesario ser persistente y, claro está, inquieto. Y estas dos características van acompañadas de una buena predisposición al aprendizaje, a la lectura y a la curiosidad. Antes de ponerte a escribir, es necesario que te documentes. Así te será mucho más fácil describir el entorno y ponerle voz y forma a tus personajes.