La faltas de ortografía, gramaticales y de puntuación son imperdonables en un libro, optes por la autoedición o no
Errar es de humanos. Y los escritores, como cualquier mortal, pueden equivocarse. Da igual que lleven años en el mundo editorial y que hayan publicado decenas de libros o que, por el contrario, se enfrenten por primera vez a la autoedición de su obra. Sin querer, comenten errores. Nada extraño si tenemos en cuenta que son cientos las páginas que forman parte de su libro y que deben tener en cuenta a la hora de abordar una historia. Releen sus capítulos una y otra vez, los revisan con lupa pero, sin saber cómo, pasan por alto comas mal puestas, acentos en letras equivocadas o frases inconexas o carentes de sentido.
Por eso es tan importante que otra persona haga una lectura de su obra y facilite su opinión acerca del manuscrito. Hablamos de amigos y conocidos, amantes de los libros que pueden ofrecer una primera impresión acerca del texto y detectar ciertas incorrecciones o incoherencias que se puedan dar dentro de él. Pero, sobre todo, nos referimos a filólogos, traductores o periodistas que han hecho de la corrección de su profesión y que están al día tanto de las normas gramaticales y de puntuación como de los manuales de estilo. Son, como no podía ser de otra forma, devoradores de libros pero, ante todo, especialistas del lenguaje. Y aunque solemos hablar de “corrección” en términos generales, lo cierto es que son varios los tipos de revisiones que los correctores realizan de un libro y que garantizan la calidad del mismo. No podemos olvidar que, a pesar de que lo más importante es la historia, la forma en la que ésta se presenta también es clave en autoedición.
- Corrección de estilo. Lo que busca este tipo de revisión no es modificar, ni mucho menos, el estilo del autor, su seña de identidad. Más bien, pulirla. Se trata de que haya una coherencia y cohesión semántica a lo largo de todo texto, de enriquecerlo con un vocabulario amplio pero no manido, de evitar errores como las repeticiones, las redundancias, el uso incorrecto de extranjerismos, modismos y localismos o el abuso de palabras comodines como “decir”, “haber” o “tener”. También de velar porque las normas ortográficas y de puntuación se cumplan, que las palabras estén acentuadas correctamente, que los anglicismo se escriban en cursiva, que las frases no sean demasiado largas y que el texto, sin perder la imprenta de su autor, adquiera cadencia, musicalidad.
- Corrección ortotipográfica. ¿Los guiones están en hilera? ¿Hay líneas sueltas al principio o al final de la página? Y las palabras, ¿están separadas de forma correcta en varios renglones? Estos son algunos de los aspectos que aborda este tipo de revisión que, como deja entrever su nombre, busca la corrección ortográfica y tipográfica del manuscrito. También, unificar el texto a nivel de tipografía y facilitar su lectura: que el tipo y tamaño de letra sea idéntico en todos los capítulos, que el interlineado nos permita leer el texto sin dificultad, que no haya manchas negras ni espacios en blanco. Y es que, aunque cuando leamos un libro no seamos conscientes de ello, que nos guste más o menos, que nos motive a devorarlo en dos días o a abandonarlo a las 12 páginas, depende en gran medida de su maquetación.
En El Libro Editorial disponemos de profesionales especializados en corrección de estilo y ortotipográfica. Si estás pensando en la autoedición, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Este tipo de revisiones son necesarias para que tu manuscrito tenga la calidad necesaria para atrapar al lector.